LA ESTRATEGIA DE PULLARO

La percepción que comienza a instalarse entre la dirigencia sindical de los empleados de la administración central del Gobierno de la Provincia de Santa Fe, docentes y municipales, es que la finalidad última del Gobernador Maximiliano Pullaro es –en los hechos- dinamitar las paritarias como herramienta de consenso y construcción de acuerdos, no sólo salariales.

La conclusión, no surge de las últimas reuniones sino que viene siendo monitoreada a partir de la estrategia comunicacional donde se ataca a los sindicatos y sus dirigentes como responsables de cuanta cuestión esté dando vuelta, estigmatizándolos. El no pago de los días de paro (que empezó con la docencia pública pero que ya se extendió a intendentes radicales y del PRO) y el incentivo docente para acorralar a AMSAFE y SADOP son dos muestras de una cuestión mayor.

La sintonía fina entre las políticas anti derechos laborales de Javier Milei y Maximiliano Pullaro son evidentes y se expresan ante cada conflicto que se presenta.

En lo específico de las paritarias, la actitud del gobierno provincial en todos los ámbitos se vuelve una constante: si los gremios no están de acuerdo, los aumentos son por decreto y se terminó la negociación.

Estiran así la cuerda esperando que ante las medidas de fuerza, victimizarse y “mostrar” una situación donde el conjunto de la sociedad sería rehén de los sindicatos ante cada paro, movilización o cortes de calle/ruta.

Es por ello que vuelve a tener sentido la advertencia que realizaran el conjunto de los gremios ante lo que fue la Reforma Previsional y la próxima Reforma Constitucional donde, mientras se entretiene a los medios con declaraciones sobre tiempo de los mandatos o los fueros, no se den precisiones concretas sobre la autonomía municipal, o las propias paritarias; verificándose en las últimas semanas que inclusive se pretende incorporar en la agenda pública la posibilidad de la revisión de que la Caja de Jubilaciones quede en el ámbito actual (como está en el texto de la Ley de Reforma) y pase a Nación. Es decir hay un conglomerado de hechos en donde no se está diciendo que criterios hay con respecto a estos temas, y muchos otros, lo que presupone que con ciertas mayorías en la Constituyente, se hará “política de hechos consumados”.

Todas estas situaciones se van exponiendo ante cada conflicto en distintos lugares de la provincia y con diferentes expresiones sindicales. Vayamos con un ejemplo: Ante el anuncio de paro de los municipales de la semana pasada donde FESTRAM dejó en libertad de acción a cada uno de sus sindicatos de base para que implementaran la medida de fuerza de la manera que consideraran más conveniente, el Intendente de Rufino sacó una publicación anunciando que descontaría el día de paro a quien no concurriera a trabajar ese día; enterado que los trabajadores y trabajadoras pensaban adoptar la forma de paro con concurrencia a los lugares de trabajo, sacó otro comunico diciendo que también se les descontaría a quienes estando en sus puestos, no realizaran sus tareas habituales. La persecución es evidente.

Está claro que si los gremios del ámbito estatal y municipal no realizan una lectura correcta y no comienzan a articular acciones, propuestas y posicionamientos comunes frente a esta ofensiva anti obrera, los irán desgastando y aislándolos de a uno.

El otro aprendizaje que debería asumir el conjunto de los sindicatos estatales y de la actividad privada es que el estado de debilidad en el que hoy se encuentran para enfrentar las políticas antes señaladas, se explica por las disímiles actitudes y divisiones que se generaron durante y hacia la administración Perotti, que entre otras cosas significó desarmar el Movimiento Obrero Santafesino. Hoy Pullaro está usufructuando de esos errores y mezquindades.