Como en 1990, las empresas agroexportadoras celebran la privatización del Belgrano Cargas

“Todo lo que se pueda privatizar, se va a privatizar”, sostuvo Manuel Adorni al momento de informar que la empresa Belgrano Cargas y Logística será entregada llave en mano al sector privado. La casta mileista avanza con el desguace de los principales activos del Estado bajo el amparo de la Ley de Bases y el DNU 70/2023. En la década de 1990, el arquitecto jurídico de la reforma del primer neoliberalismo, Roberto Dromi, lo explicaba con palabras similares: "Nada de lo que deba ser estatal, permanecerá en manos del Estado”.

La administración de la casta mileista avanza en su programa de inanición económica y disciplinamiento social con la entrega de los principales activos del Estado a manos de los grupos concentrados de siempre. Las grandes exportadoras de cereales, dueñas de los principales puertos que surcan toda la línea del Paraná, festejan la decisión oficial, tal como lo hicieron durante la década de 1990.

La entrega

La empresa Belgrano Cargas y Logística es tan relevante como lo es hablar del canal troncal del Paraná, la mal llamada hidrovía. La empresa estatal, recuperada en 2013 a partir de una decisión del entonces gobierno de CFK, atraviesa 17 provincias y opera una red de 7600 kilómetros. Por allí pasa gran parte de la producción agropecuaria nacional –no solo los productos de la Pampa húmeda-, como tránsito previo a la exportación de esas mismas materias primas.

Por lo tanto, resulta ser un coto de caza para las mismas grandes exportadoras multinacionales que suelen avanzar en la integración vertical (entiéndase concentración) de todas sus unidades de negocios.

“Su privatización tiene por objetivo eficientizar la competitividad del transporte ferroviario de cargas, promover la inversión en el sector e introducir la lógica de mercado al sector ferroviario”, sostuvo Adorni a la hora de oficializar las intenciones de la Administración Milei. El Gobierno responde a un pedido del sector agroexportador.

El titular de la Agencia de Transformación de Empresas, Diego Chaher, sostuvo que “el esquema propuesto es de concesión de infraestructura de acceso abierto, por lo que implica que el concesionario tendrá la obligación de permitir el paso a todos los operadores que quieran transportar carga por esas vías, evitando con esto conductas monopólicas”.

La administración Milei avanza con su programa de entrega de los principales recursos y activos al sector privado. Lo hace amparado en la Ley de Bases, el DNU 70/2023 y el decreto 525/2024 que declaró la emergencia ferroviaria en todo el territorio nacional.

Los interesados

¿Cuáles podrían ser las empresas interesadas en poner un pie en el negocio de la logística? La respuesta podría obtenerse a partir de la lectura de los propios balances del Belgrano Cargas y Logística.

A lo largo de los años, se fueron construyendo lo que se conocen como “desvíos” de la trama original del ferrocarril, es decir, la traza de vías que llegan directamente a la puerta de un conjunto de empresas del sector agroexportador. La última actualización fue anunciada durante los primeros días de octubre y corresponde a la norteamericana Cargill.

“La empresa agroindustrial realizó mejoras en la infraestructura de vía, pero fundamentalmente eficientizó el sistema de transporte a través de la implementación de un nuevo redler de carga que es la cinta que lleva la mercancía hasta el ferrocarril. A raíz de esto los vagones cerealeros se llenan con mayor rapidez”, puede leerse en el sitio oficial de Argentina.gob.ar. Dueñas de los puertos, ¿y ahora del ferrocarril de cargas?

Otras sociedades que poseen un acceso privilegiado al Belgrano Cargas son COFCO (sociedad agroexportadora china), Aceitera General Deheza, el grupo Buratovich, Viluco y Dreufus.

“Las empresas del sector poseen una integración vertical de todos sus negocios. Ellos son financieras, proveedores de fertilizantes, importadores, exportadores, dueños de tierras, cuentan con frigoríficos, trabajan todo el paquete productivo – tecnológico pero sobre todo, se manejan como una financiera. Por eso es plausible pensar que alguna de las grandes cerealeras esté más que interesada en el negocio del Belgrano Cargas”, reflexiona Luciano Orellano ante una consulta de El Destape.

Como ejemplo, este investigador y autor del libro “Argentina sangra por las barrancas del rio Paraná”, menciona el caso de AGD como ejemplo de sociedad integrada verticalmente. “No solo son propietarios de esas enormes extensiones de tierra y sus grandes negocios agropecuarios, sino que tienen también en sus manos el dominio de la toda la logística: puertos (Terminal 6 y Guide SA en sociedad con Bunge, y otro puerto en Timbúes), redes ferroviarias (Nuevo Central Argentino), aduana”, escribió en su libro.

Ante lo incierto del anuncio, todas las miradas deberían posarse sobre la Bolsa de Comercio de Rosario y las empresas que manejan los principales puertos que fueron privatización en la década de 1990: allí están las norteamericanas Cargill y Bunge; esta última se fusionó con Viterra (Glencore); la francesa Dreyfus; Aceitera General Deheza (Urquía – Acevedo y la China Cofco, entre otras.

Entre el menemismo y la casta mileista, una historia de continuidades y beneficios para el poder económico vernáculo.